1.Rechaza plásticos innecesarios.
Puedes evitar el uso de bolsas de plástico llevando tu propia bolsa de tela a la compra y evitar usar plásticos de un solo uso, como por ejemplo los vasos de plástico, las pajitas o los films para conservar alimentos. Actualmente, puedes encontrar alternativas sostenibles muy prácticas y resolutivas.
2. Cuida el consumo de agua.
La escasez de agua es ya una realidad. El problema que se avecina es serio, y una clara y triste señal de esto, es que el agua ya ha entrado a cotizar en bolsa. Algo muy preocupante.
Si no lo haces ya, es el momento de que cuides tu consumo evitando derrochar agua, arreglando posibles fugas, optimizando el uso del lavavajillas o tomando una ducha en vez de un baño y cerrando el grifo mientras te enjabonas.
3. No compres por comprar
Pensar y planificar las compras te ayudará a evitar comprar de más y acabar con productos que caducan en la despensa o que en realidad no necesitas. Si lo piensas bien, esto repercutirá también en tu bolsillo permitiéndote ahorrar.
4. Cocina de forma responsable con productos locales, frescos y de temporada.
Piensa no solo en lo que vas a comer sino también con qué y cómo lo vas a cocinar. Elige ingredientes de temporada, frescos y locales y si son ecológicos, pues mejor. Si un producto es transportado de otro país deja de ser sostenible. Optimiza el consumo de agua y la forma de cocinarlos, y evita el desperdicio aprovechando las sobras para otros platos.
5. Mira las etiquetas.
La información de las etiquetas es importante. Comprueba en ellas la procedencia de los productos, los ingredientes, el consumo energético que tienen en el caso de aparatos eléctricos, etc.
Además, puedes fijarte si disponen de algún sello o certificado de sostenibilidad que te garantice las buenas prácticas en la producción de dicho producto.
6. Reduce, recicla y reutiliza.
Reduce tus compras a lo necesario, pero además evita los envases o envoltorios para reducir los residuos. Y cuando esto no es posible, procura que sean reciclables e incluso que se puedan reutilizar, como por ejemplo los envases de cristal.
7.Repara siempre que puedas
Los malos hábitos de consumo y la obsolescencia programada nos han llevado al usar y tirar sin pensarlo dos veces. Es el momento de pararse a elegir productos que tengan una mayor durabilidad y valorar, antes de tirar, si se pueden reparar y alargar su vida útil.
Un zurcido bonito puede darle vida nueva a esa prenda que dabas por perdida.😉
Como ves, hay muchas propuestas para que pongas en marcha en este nuevo año que empieza. No hace falta que te agobies y que te lances a por todas desde el principio.
Puedes ir poco a poco incorporándolas en tu día a día para que de forma natural se conviertan en tus nuevos hábitos.De hecho, es lo que te recomiendo.
Y como quiero ayudarte en el proceso, facilitarte la información y el acceso tanto a productos sostenibles, como a los negocios que los comercializan, te animo a que visites nuestro marketplace de impacto social y medioambiental.
Cuéntame por cuál de estos propósitos vas a empezar o si ya estás en el camino hacia un consumo responsable y sostenible.
Te espero en los comentarios.